Seducción. La Tour 1920
Súbete a mi vida! y seré una pluma en el viaje o en este sueño o en este baile. Sonará una banda de vientos que lo contagiará todo de anhelos junto las notas de un romántico bajo.
y súbete a mi vida!, que tengo un montón de ganas de swing y de cosquillas. Y tengo tantas sonrisas y locuras para ti que mi corazón ya está desencajado... de la esperanza de verte, allí, en pequeñito, en este sueño de luces y neón, tan brillante y tan mágico!
y me sueño: yo en un medio tacón y en un viejo traje entallado color turquesa, o malva o quizás dorado. Y carmín también en mis labios. Un elegante carmín para dejar claro que a partir de hoy, a partir de ya y de nadie y de nada, pienso pisar el escenario de mi vida, bien fuerte.
y harta de tanto dolor te cantaré desafinada (pues ni un sueño puede con mi voz) que me subas el volumen. Y que si quieres bailar (a cuenta de tus pies yo no me hago responsable) voy a lanzarte mi mano y mis brazos y mi mirada para que vengas a buscarme. Y sino -porque me estoy enamorando y no me lo pensaba al caer esta tormenta-, vendré corriendo a sacarte. Y aunque vista en este sueño de los 20's, y lleve sombrero y guantes... y no sé si esas chicas hacían por entonces estas cosas, te susurraré a dos metros de la barra y de tu ron, sin voz -sólo de alma y de labios y de corazón- que te subas a mi vida...
Y acabaré en tu mirada, y allí me veré en pequeñito. Tus pupilas dilatadas me engullirá rodeada de brillos y por un momento la música, la locura, el desafío, estarán tan altos, tan fuertes para mi instinto y mi intuición que todo se pondrá a dar vueltas, vertiginosamente, a pesar de ya no poder soltarte. Mi ahogo y mi sensación de presa, se instalarán en mi corazón y fugazmente en tus ojos. Y entonces en negro, me estallarán las esperanzas y los oídos, dentro, dentro de sombreo y de cabeza.
Mis ojos fallarán y empezarán a apegarse a la cotidianidad de estos días de despierta y de sus lágrimas. Y aunque siga soñando habrá mucho ruido, sensación de peligro y de miedo y me alejaré porque ese es siempre mi destino cuando sueño contigo...
Y me diré como si tal cosa que, una amiga, me había puesto tan bonita que estropearlo así de amarguras nunca va con un buen rimel ni con mis pestañas largas. Y esa es la peor escusa que una puede tener en sueños, pero la única que sale a mi encuentro atravesando el terciopelo de la entrada. Y respiro y me sumerjo en la lluvia derrotada... y serás burra, el abrigo se ha quedado dentro!
... Pero tú no! Te siento. Te respiro asustada a mi espalda. Y lo habré dicho en alto, lo del olvido y el abrigo y eso … porque,
- Yo no, me has dicho seguro y suave y bajito, de atrás en el cuello mientras venías a abrazarme mojado. No, tú no me has olvidado... y qué abrigo más cálido!
Y los dos fuera de mundo y de escenarios, sustentados por adoquines oscuros y fríos, a la tenue luz de una farola sin pie y en la estrecha intimidad de una vieja calle de carromatos, dejaremos que la lluvia recupere nuestros sueños, empapándonos el deseo a instantes, a cada aliento... Hasta que en uno, los dos, nos diremos al unisono: súbete a mi vida!.
Y me giraré, como pueda entre tu abrazo y mis miedos, tu pasión y tu anhelo y te miraré como el final de todas mis pesadillas y nos besaremos tan largo... que la lluvia seguirá enamorándonos y ya nunca querré despertarnos.
-The end-
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